RECUERDOS AGRADECIDOS DE UN AYER 
          LEJANO
         VOLVER      
        Jorge Rios Pardo
        
          A veces, cuando cierro los ojos, entre la nebulosa de los pensamientos 
          afloran en mi como chispas vivas y fugaces revoloteando entre los pliegues 
          de la memoria, vagos recuerdos del pasado y no puedo evitar sentirme 
          embargado por un halo de nostalgia reviviendo y añorando tiempos 
          que ya jamás volverán. Los recuerdos, siempre con ellos 
          a cuesta y con la vida también siempre marcada por ellos.
          Sevilla,....aquella Universidad Laboral. La llegada a ella me abrió 
          la puerta a un mundo nuevo que en aquellos momentos para muchos de mi 
          generación tanto significaba. En ella traspasé la frontera 
          de mi niñez, en las aulas de los Colegios San Isidoro, Miguel 
          de Mañara y Fernando de Herrera despuntó ante mí 
          los albores de la adolescencia y en sus pupitres comencé a forjar 
          sueños e ilusiones juveniles bajo la tutela de aquellos profesores 
          y educadores que intentaban transmitirme todo su saber.
          Si recordar es la única de forma de detener el tiempo, lo"detengo" 
          e imaginariamente "veo" la altivez de la torre presidiendo 
          todo el conjunto de instalaciones, el silencio de su largo pasillo en 
          sus horas de clase, el bullicio de los patios en los recreos, los partidos 
          de fútbol ardorosamente disputados, las bóvedas características 
          de sus gimnasios, el "asalto" a los autobuses para el paseo 
          dominical por Sevilla.....y también "veo" a los profesores, 
          a los compañeros, a los amigos: envejecídos unos, desconocidos 
          ya la mayoría porque de muchos con los que compartí inquietudes 
          y alegrías solo me queda la imagen deformada de un vago recuerdo 
          en cualquier oscuro rincón de una memoria vacilante, frágil 
          y confusa llena de páginas en blanco.
          Ahora, cuando han pasado más de tres décadas y tantas 
          vicisitudes han jalonado mi existencia, quisiera expresar, que aunque 
          lejos en el tiempo y en la distancia, la Universidad Laboral y sus recuerdos 
          permanecen cerca en mi mente y en mi corazón porque sus vivencias 
          y detalles, insignificantes en sus momentos, para bien, marcaron y encauzaron 
          mi vida.
          Como de bien nacidos es estar agradecidos, rompo una lanza a favor del 
          sistema educativo salesiano de la Universidad Laboral de Sevilla, de 
          sus profesores y de todo su personal en general. Sirvan estas sencillas 
          pero sinceras palabras como un pequeño reconocimiento de adhesión 
          y de afecto de quien tuvo la suerte de conocer como alumno a los hoy 
          tan merecidamente homenajeados
        Feliz 
          Navidad y viva la Universidad Laboral de Sevilla
        Jorge 
          Rios Pardo
        Barcelona, 
          Diciembre de 1.998
        
        VOLVER