Por Javier Brizuela.
22-Febrero-2004

       ANECDOTA DE LA UNI         

EQUITACIÓN NOCTURNA.

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Corría el mes de abril del año 69.
Un tal Ibarz , maño total, era un artista como persona y como músico, pues manejaba con destreza varios instrumentos ,todos ello musicales ,claro. Parecía el Caballero de la Triste Figura. Tenía el porte de una cigüeña, pero su afabilidad y comportamiento eran las de un jilguero.¡Un tipo acojonante.!
Montamos en petit-comité, una salida nocturna para "rondar" a jóvenes sevillanas entre las que se encontraban algunas "marmotas".Creo que entre ellas rondamos a "La Pegaso",lozana andaluza causante de muchas orgías nocturnas, montadas al amparo(así se llamaba la dama en cuestión,Amparo) de la más absoluta oscuridad ,candestinidad y, por supuesto nos ha jodío, en solitario. En nuestro entorno, su figura, era como la una vedette de la talla de Norma Duval o algo así.
Hicimos una selección de personal y tratamos de incorporar al grupo a unos negritos creo que guineanos, que estaban becados en San Juan Bosco, pensando que podían aportar efecto "soul" a la velada, pero eran fatales. No cantaban ni a fuego. Su canción preferida era :El limón del Limonero.Les dejamos en casa.
Salimos de acuerdo a las circuntancias: duchaditos, guapitos y bien vestidos.
Juanjo Mendiola ,llevaba un traje azul marino estilo Emilio Tucci. Carlos Valencia no era partidario de corbatas y mariconadas de esas ,pero aquella noche tragó. Ibarz creo recordar que portaba pajarita. No me acuerdo lo que llevabamos Josu Abásolo y yo pero seguro que iríamos "pinchos" tratando de dar relevancia al evento.
Después de rondar a estas mozas, aparecimos en la Plaza Dña.Elvira. Un catalán viajante de géneros de punto nos invitó a beber unos tragos y a continuación se ofreció a llevarnos en su coche a la Uni, en su Citroen Break, recién llegado de París .
Parada en la Plaza de España. Doce de la noche. Puertas abiertas del coche y en el radio-casette sonando pasodobles a toda pastilla. Como en el interior del coche no podíamos bailar, lo abandonamos y a unos seis metros del "conjunto" montamos un festival del copón.
Camino de la Uni, al llegar a las casitas del polígono, nos topamos con un burro en la mitad de la carretera, casi casi caballo. Alto, blanco y con maneras .Doy por seguro de que tenía pedigrí. Pensamos que se habría escapado de algún cortijo cercano.
Josu Abásolo fue el primero en montarlo. Coche parado ,música, "mitá" de la carretera. El descojón.
Tras recibir unos toques de atención, el jumento se mantenía en sus trece. Nuevos toques con apoyo logístico de la corporación sin logros de objetivo. El "hio" se movía a trozos.
Con la colaboración del catalán pudimos apreciar al de un buen rato, que el bicho tenía las manos atadas.¡Joder que alivio!, hasta para el jumento , pues pensaba el elemento, qué delito habría cometido para estar en comisaría recibiendo aquella ensalada de besos.
Una vez quitadas las esposas al pollino, pudimos montar todos a txandas camino de nuestro hogar, bajo la tutela de la corporación ,que viajaba en el vehículo de apoyo iluminando las secuencias de nuestra aventura, como si se tratara de un montaje de Almodóvar
Al llegar a la Uni, callandito por si aparecía el Magi y no armar líos pues no teníamos "el coño pa ruidos", optamos por dejar el jamelgo en la sala de juegos del Bosco.(Dos y media de la madrugá).
A media mañana se atreven a despertarme por megafonía con el clásico:
-Javier Brizuela-Pase por el despacho de Dirección.
Me encuentro con D.Manuel Vázquez y comienza un interrogatorio sobre un supuesto robo de ganado acaecido la noche anterior y que un grupo de 20 gitanos, armando un trifostio de tamaño natural en la Plaza, solicitaba daños y perjuicios por la pérdida de varias bestias.
No tengo ningún mal recuerdo del resultado de las investigaciones y diligencias posteriores, así que seguramente la historia terminaría con la retirada de los gitanos de la Plaza, acordándose de la madre que nos parió, pues les habíamos jodido unas horas de ocio de fin de semana, que las hubieran aprovechado para descansar y estar frescos el lunes cuando les tocara los cojones el despertador para ir a la fundición.
¡Ah!-Se me olvidaba.El traje de Juanjo que por la noche parecía azul, con la luz del día se había quedado blanco de los pelos de nuestro amigo. Al final quedó como nuevo.

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