CRÓNICA DE UN DIA INOLVIDABLE

 

    Esta vida que nos ha tocado vivir, tiene algunos momentos sublimes, álgidos, maravillosos, que no se puedan narrar intentando expresarlos con unas cuantas palabras esparcidas sobre un papel, porque la emoción, el encanto de unas horas, es muy difícil plasmarlos, aunque claro está, todos nosotros los que tuvimos la inmensa suerte, la dicha de poder encontrarnos en Sevilla ese día, el inolvidable 12 de marzo de 2.005, nunca lo olvidaremos, de ello estoy completamente seguro y hasta puedo llegar a decir sin temor a equivocarme, que ese día nos irá persiguiendo con su estela el resto de nuestra vida y posiblemente lo consideremos como uno de los días mas felices de nuestra existencia.

    Desde la última reunión en Madrid el pasado 8 de mayo de 2.004, aquel bonito día en que nos reunimos en la capital de España, a todos nos quedó la ilusión de que hubiera una próxima vez, la cual sería Sevilla, no podía ser otra, teníamos que reunirnos en la ciudad que nos acogió cuando empezábamos a saborear nuestra juventud, en aquellos tiempos que ya nos parecen tan lejanos, pero por supuesto no olvidados, así quedamos todos por unanimidad y el asunto quedó ahí flotando, y con la ilusión de todos de que eso llegara a cuajar.

    Y efectivamente cuajó, todos hemos puesto de nuestra parte para que eso llegara a buen término, unos con su esfuerzo, otros con la ilusión, pero eso si todos absolutamente todos, con su presencia física y a otros porque las adversidades de la vida, no les dejaron saborear esos entrañables momentos, todos tenemos parte de culpa de que ese día llegara a ser un día inolvidable, ya digo un día que recordaremos siempre.

    Ya el día anterior, algunos fuimos llegando a Sevilla, la mayoría acompañados de nuestras esposas, todos con una ilusión difícil de explicar, ya ese día recorrimos y pisamos con los mismos pies de nuestra temprana juventud, los mismos lugares, los mismos rincones de esa Sevilla mágica que siempre tendremos en nuestro pensamiento y como no, buscamos, aunque no encontramos ya esos sitios que ya lógicamente no existían.

   Nos juntamos cada uno con nuestro mas allegados, los de nuestra aula de aquel entonces, empezaban las grandes emociones, cuantos años transcurridos desde la última vez que nos despedimos hasta un no se cuando, abrazos intensos y nuestras mujeres alucinadas, ¿pero como se pueden querer tanto?.Y claro que nos queremos, como si fuéramos hermanos y si se tercia un poco mas y no exagero al expresarlo.

   Que momentos mas maravillosos esa noche del día 11 de marzo, cenamos juntos, nos tomamos nuestras cervezas y gambitas juntos, hablamos de nuestra vida, de nuestra familia juntos, recordamos las vivencias y las anécdotas de los años pasados juntos, una piña, momentos inigualables, había tenido que pasar mucho tiempo, demasiado tiempo, para que otra vez este mismo tiempo que nos había separado diera la vuelta y nos reuniera a todos, gracias tiempo por este detalle que has tenido con nosotros.

   Ya esa noche nos costaba separarnos, hubiéramos querido robar el tiempo a la noche sevillana, pero había que liberar las emociones vividas, seguro que a otro día las emociones serían aun mas intensas, si cabe mas fuertes, algunos nos costó conciliar el sueño esa noche, era lógico, la emoción vivida no nos dejaba.

   Amaneció el día 12 de marzo, Sevilla nos despertaba con tiempo nublado, amenazando lluvia, pero gracias a Dios nos respetó, de todas las formas ni la lluvia, ni nada, ni nadie nos podía amargar el feliz día que sin duda nos esperaba a todos, era nuestro día, el día mas esperado, no había fuerza posible que nos truncara nuestra ilusión.

   No se puede contar con palabras, no me salen las palabras para expresar lo que allí se vivió, a las 12,00 horas de ese día, con nuestra querida torre como testigo, allí nos juntamos, nos abrazamos fuerte todos, hacía unos 35 años que muchos nos habíamos despedido la última vez, cuando la juventud se nos escapaba, cuando cada uno tiró por su lado, allí estábamos con nuestra compañera, con la madre de nuestros hijos, la emoción intensa, las palabras que no podían salir de la boca, muchos ojos acristalados por esa pequeña lágrima que pugnaba por salir, risas nerviosas y alegría mucha alegría.

   Hay que ver como habíamos cambiado todos, unos mas, unos menos, ¿y tu quien eres?, -yo soy tal,, miles de abrazos, momentos inigualables a la vera de los muros de nuestra querida "Uni". Estábamos allí unos alrededor de unos 140 incluidas nuestras esposas, unos 80 antiguos alumnos, que mas se podía pedir, la felicidad era máxima.

   Allí nos recibió con un trato y una atención exquisitos, todo hay que decirlo, el Vicerrector de Relaciones Institucionales de la llamada ahora "Universidad Pablo de Olavide", para nosotros con todo el respeto, se sigue llamando "Universidad Laboral y encima con letras de oro.

   Seguidamente pasamos al Paraninfo, nuestro antiguo Salón de Actos, donde el Vicerrector y en un ambiente muy distendido y cordial, nos dio una cálida bienvenida, que fue contestada por el compañero Javier Brizuela de una manera formidable

    A continuación y por mi parte se nombró por orden alfabético a todos los allí reunidos, los cuales nos levantamos para que todo el mundo supiera quienes éramos, cosechando cada uno un encendido aplauso, momentos muy emocionantes la verdad. Allí también se dieron cita para que no nos sintiéramos solos, lo cual agradecemos sinceramente el profesor de Dibujo D. Manuel Aradillas y el de Matemáticas D. Jaime Yague, D. Rafael Alonso, antiguo trabajador de la Uni y de la "Olavide", el Director de nuestro Colegio Miguel de Mañara el Salesiano D. Manuel Feijoo, miembros de la Asociación de Amigos de la Universidad Laboral, encabezados por su Presidente D. Antonio Sosa, hasta el Cocinero de aquella época D. Manuel Vargas también se encontraba allí para acompañarnos. Luego a la salida miles de fotos se hicieron, por aulas, todos juntos, todo el mundo quería guardar esos maravillosos instantes.

    Con una paciencia digna de elogio, el Sr. Vicerrector nos fue guiando por todo el recorrido que habían previsto, visitamos las aulas, los edificios que antes eran nuestras residencias, -como había cambiado todo-, todos estábamos muy emocionados, contando a nuestras esposas todos los recuerdos que en ese momentos se nos ocurrían, era todo muy gratificante, eso si la nostalgia nos atacaba, nos embestía por todos los lugares que atravesábamos, los recuerdos se nos agolpaban, nos hacían daño en las sienes, el tiempo pasado instaba, quería volver al principio, mas de una lágrima se escapó y se desintegro sobre aquel pasillo interminable que tantas veces habíamos pisado y en el cual aun se encontraban nuestras huellas, el momento era precioso, seguro que lo recordaríamos mucho tiempo, por allí caminando con tus compañeros de antes, con aquellos que habías vivido los momentos buenos y aquellos no tan buenos pero que por suerte habías olvidado o tratabas de olvidar.

   Así fue siguiendo el recorrido, pasamos por lo que antes era la cocina y vestuario, convertidos ahora en modernas dependencias y desde allí nos dirigimos a nuestros talleres donde casi todos invertimos muchas horas en aprender nuestros conocimientos, ahora convertidos en una preciosa biblioteca, aprovechando toda la estructura de los antiguos talleres, la verdad preciosa.

   El personal se atrasaba, el tiempo nos apremiaba, era lógico, todo el mundo tenía multitud de recuerdos que lo acosaban, todo ya no era lo mismo, quizás hubiéramos querido que nuestra querida "Uni" siguiera igual, pero eso era imposible, nuestros queridos campos de deportes ya no existían, había algún nuevo edificio, en fin había cambiado, pero gracias a Dios el conjunto aun estaba allí regalándose a nosotros, a nuestros ojos, con nuestra torre, que por cierto no ha cambiado nada, que seguro ese día se vistió de gala para recibirnos aunque nosotros no lo notáramos.

    La visita estaba terminando, esos mágicos momentos pasados se estaban acabando, nuestra "Uni", se quedaba otra vez sola, surgía otra vez la "Pablo de Olavide", allí como un fantasma jubilado quedaba la "Laboral", deberíamos visitarla mas veces a título personal o como ese día, para hacerla despertar, para que no olvidara que no solo nosotros sino que miles de alumnos que por allí pasaron la tienen en su pensamiento, la quieren y la desean, en fin había que proseguir, se positivamente que alguno le tembló la mejilla o el mentón cuando miró por última vez a la "Uni". pero habían sido unos momentos bonitos, muy entrañables, eso no lo olvidaríamos, seguro, quedarán mucho tiempo en nuestro pensamiento.

   De allí nos dirigimos a la comida que teníamos prevista, por suerte muy cerca de la "Laboral", concretamente en el barrio de Montequinto, sitio el Real Club de Golf de Sevilla, lugar precioso, donde el verde es el color que impregna toda nuestra visión.

   Allí rápidamente, iniciamos un cóctel al aire libre, en un lugar idílico, todos juntos en corros hablando seguro todos de lo mismo, con una felicidad total y con un amor y cariño que se palpaba y cortaba el ambiente y las nubes que amenazaban en descargar lluvia y que por suerte no lo hizo, no podía hacerlo

   . El ambiente era magnífico, arrollador, todos estábamos en una nube y nunca mejor dicho, allí y con una copa en la mano nos contamos anécdotas, parte de nuestra vida atropelladamente y nos reímos y disfrutamos de aquellos momentos llenos de un halo inexplicable.

    Pasamos al comedor y empezó aquella comida de hermandad, la cual dimos cuenta en una armonía muy difícil de explicar, agrupados en mesas de 10, colocados por compañeros de aulas, por afinidad, de todas formas todos éramos uno, y conforme los vapores del alcohol empezaron a poblar el espacio, la alegría si cabe se notaba mucho mas, vivimos momentos muy intensos llenos de emoción, lo que un día parecía imposible se estaba cumpliendo con creces.

    A la llegada de los postres, el ambiente subió aun mas el tono entrañable, las risas, las voces destempladas, los cantos empezaron a surgir espontáneamente, se llegó a cantar el himno de nuestra querida "Uni", se hizo cantar al compañero Herguedas la canción "Cuore Matto" que en otros tiempos cantaba en los Festivales, y hasta el Padre Feijoo nos deleitó con una preciosa canción y con unas palabras llenas de sensibilidad.

    Como ya hizo en Madrid el compañero Martagón nos obsequió a todos con un precioso plato de cerámica recordatorio del día y el compañero Cabaleiro puso en cada mesa una botella de vino "Rias Baixas" de su propia cosecha, unos detalles que agradecemos sinceramente todos.

    Luego vinieron las palabras, dichas con el verbo fácil de Brizuela y después se instó para proponer donde sería la próxima reunión, no se quedó en nada en concreto, pero yo estoy seguro que habrá otra, quizá posiblemente cuando se cumplan los 50 años de la construcción del Centro de la Olavide, a la sazón antigua Universidad Laboral, ya que el nuevo Centro quiere realizar algunos actos conmemorativos, en fin ya veremos.

    Bueno, ahora si, todo finalizaba, salimos fuera al césped que parecía que ya no era tan verde. las nubes se veían mas negras, mas tristes, todo había pasado, pero dentro de la tristeza por la separación, todos en nuestros adentros teníamos una alegría difícil de explicar.

    Vinieron los fuertes abrazos, dados con todo el sentimiento, esos besos que se dieron nuestras esposas, como si de siempre se conocieran, había en el aire un aura que se palpaba, éramos todos hermanos, juntos en un mismo destino, ese destino que allí nos había juntado.

    Fueron momentos de emoción muy fuerte, las lágrimas mezcladas con alegría, aunque parezca imposible saltaron sin timidez, nos teníamos que decir adiós, había sido maravilloso el día, ojalá llegáramos a disfrutar otra vez todos de un día igual, sería maravilloso.

   En fin, aun nos quedó tiempo para ir a cenar los mas allegados, momentos que se fueron consumiendo en la última tertulia que pasamos juntos, de nuevo abrazos y mas abrazos y de nuevo la fuerte convicción de que pronto nos tendríamos que reunir otra vez.

    Dos días después de la reunión y ya en mi casa, tanto mi mujer como yo sentimos los mismos síntomas estamos enfermos de nostalgia.

   Un abrazo a todos:

   VICENTE ANGULO DEL REY

 

RELACION DE ANTIGUOS ALUMNOS PARTICIPANTES

MANUEL J. ACOSTA ZAMBRANO
ENRIQUE AGUILAR GARCIA
MANUEL ALANIS RIVAS
JOSE JESÚS ALONSO COZAR
VICENTE ANGULO DEL REY
JESÚS ASO VAL
MIGUEL ANGEL BALLESTEROS VELASCO
JAVIER BRIZUELA MEDINA
CARLOS CABALEIRO OJEA
ANDRES CALDERON PEDRERO
GERARDO CAMARERO PEREZ
VICENTE CARRASCO CELEDONIO
RAMON CASADO MONTILLA
JOSE LUIS CENTENO GONZALEZ
FRANCISCO COUSINOU GONZALEZ
ANDRES CUBERIO SERRANO
SANTIAGO DE JUAN JERICO
FRANCISCO DIAZ CEBRIAN
MANUEL DIAZ PASTOR
TEODORO DIAZ RASO
ALEJANDRINO ESCRIBANO HERNÁNDEZ
ANTONIO ESCUDERO GALVAN
MANUEL ESPADA MARTÍN
JESÚS EZQUERRO SALAZAR
JOSE GARABATEA GUZMÁN
MANUEL GARCIA BENITEZ
JOSE MIGUEL GARCIA FERNÁNDEZ
LUIS GARCIA LEON
FAUSTINO GOMEZ CABRERA
MANUEL DONZALEZ SALGUERO
MANUEL GUERRA MARTINEZ
JUAN ANTONIO HERGUEDAS ABAD
FERNANDO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
MÁXIMO HIDALGO PEÑAS
FRANCISCO HINOJAL SAN ANDRES
JULIO LABARGA ORDÓÑEZ
FRANCISCO LAGARES MOYA
JOAQUIN LOPEZ SANCHEZ
DIEGO LOZANO NOGALES
MIGUEL ANGEL LOZANO RUBIO
MANUEL MARTAGON PARADAS
LUIS CARLOS MARTÍN SANCHEZ
ARTURO MARTINEZ SANCHEZ
RAFAEL MARTINEZ SANDAR
FRANCISCO MATA GARCIA
PABLO MAYORAL RUEDA
JUAN JOSE MENDIOLA CABIECES
FELIX MERINO TAZA
ROBERTO MILLA ORTIZ DE ZARATE
FRANCISCO MORA ALFONSO
AGUSTÍN MORENO GARCIA
MIGUEL NAVARRO LINARES
MARIANO NAVARRO RODRÍGUEZ
JOAQUIN OLMO AMOROS
ANGEL OVEJERO SANCHEZ
JAVIER PAJARES SERRANO
MIGUEL PAREJA SANCHEZ
JUAN ANTONIO DE LA PEÑA GOMEZ
MANUEL PEREZ GONZALEZ
JUAN PEREZ LEON
MANUEL PEREZ SANCHEZ
JOSE MANUEL PLAZA CERRO
FERNANDO RAMIRO HERRANZ
TOMAS RAMOS MARTOS
PEDRO DEL RIO ELEGIDO
ESTANISLAO RODRÍGUEZ CARDENAS
FELIPE RODRÍGUEZ HURTADO
MANUEL ROLDAN CARRASCO
ANTONIO ROSA PLAZA
ALFONSO RUIZ FERNÁNDEZ
MANUEL SANCHEZ CAMPOS
FELIPE SANCHEZ GONZALEZ
MANUEL SANCHEZ MACHADO
FERNANDO SANCHEZ SANCHEZ
ALFONSO SANTOS ARIZA
FRANCISCO SANTOS GOMEZ
MANUEL DE LA TORRE GARCIA
FRANCISCO EMILIO DEL VALLE PEREZ
MANUEL VELÁZQUEZ LORENZO
ANASTASIO ZABALETA CAMPOS

DESCARGAR VERSIÓN (.DOC)